Visitas

jueves, 12 de abril de 2018

Hay que ser un poco loca. Sana pero arriesgadamente loca. En un entorno de tanta competencia a nivel mundial, sólo los que desean con toda su alma que su proyecto se haga realidad son capaces de jugársela, endeudarse, invertir, aprender de los errores y mejorar continuamente.

jueves, 1 de marzo de 2018

P R O S A.

Lágrimas que fácil viene y piden alegrías a gritos
momentos de soledad, donde todo se derrumba
al darme cuenta que no hay nada, tal vez ha sido mi culpa.
Me encuentro encerrada en un cuarto sin salida
veo todo tan nublado, la impaciencia me domina
me lastima ver que lo que quiero no funciona
que debo cerrar el ciclo, crear otra historia.
Haciendo la maleta, cargando el equipaje en un viaje sin rumbo
encontrarme desde cero, encontrarme en un segundo
pasos amargos, tragos, nauseas, bundo...
Abandono el pasado, con un futuro incierto,
la fuerza me ha faltado,
he decepcionado a mis seres amados,
en momentos de rabia con ellos me he descargado
el arrepentimiento pronto ha llegado,
pues sólo han sido ellos los que me han apoyado
me disculpo de antemano, no ha sido mi intención,
los amo y de verdad lo digo de corazón
he sido necia, soberbia, algunas veces terca,
no demuestro mucho cuando me siento muerta
pero por dentro de mi cuerpo mi alma está en pena,
llevando la tristeza que en momentos me atormenta,
tan frágil como el pétalo de una rosa,
me refugio dentro de un verso de una prosa. 

 

sábado, 20 de enero de 2018

L A G U E R R A D E L I B I A.

Me transladé a Libia, por tema laboral, encontré un trabajo pero después de ocho meses salió un conflicto de guerra entre Libia y Estados Unidos.
Me sentía aterrorizado, mi objetivo era volver a mi país, pero en ese momento cerraron todos los aeropuertos, el mundo se me venía abajo, tuve que estar un mes más hasta que terminara la guerra, un mes interminable.
Un mes encerrado en una casa en ruinas, apenas había alimentos en los supermercados, no había importaciones ni exportaciones de mercancías, todo era una catástrofe.
Tuve la suerte de volver a mi país, jamás me había visto en una así.

Kamil Hassan

martes, 16 de enero de 2018

M I C R O R R E L A T O.

Ayer me crucé con la muerte, me miró fijamente y me hizo un pequeño gesto de amenaza, yo, asustada le pregunté que le pasaba.
 Detrás de mi había un esqueleto cubierto con una especie de túnica y una guadaña tirada en el suelo, y delante de mi un espejo.
Todo esto no era fruto de mi imaginación, se que dentro de mí había algo que fallaba.
Tenía que hacer algo inmediatamente antes de que me alcanzara, sé que una visión o algo que parece extraordinario era una enfermedad mental y acabará desarrollándose inevitablemente, no se queda estancada. En el caso más extremo, el horror me llevaba a accesos de ira furiosa, en esos momentos de crisis, de alteraciones hacia arriba o hacia abajo, tenía la voz llena de odio y rabia.
Si se lo contaba a alguien, era frecuente que mi cabeza me frenara diciendo; '' va a pensar que estoy loca'' , ''no me va a creer'' o ''no sé por donde empeza''.
Estaba decidida, rompí el espejo con toda mi ira y con ello todos lo problemas que sometía a reflejarme.